lunes, 12 de mayo de 2014

Hoy no serías tú

Y las montañas hablaron de khaled hosseini muestra una clara tesis, difícil de aceptar, pero no por ello menos real. Independientemente del final, que puede ser feliz o trágico la vida de toda persona está marcada, en mayor o menor medida del sufrimiento. El grado en el que éste se manifieste depende del Destino, la casualidad o la suerte, depende de cómo queramos llamarlo ya que al fin y al cabo son tres términos diferentes que designan una misma realidad, es tan sólo un juego del lenguaje. Esta conclusión es la que deriva de la observación de todos los instantes por los que pasan los personajes de esta emocionante, y emotiva, novela. No obstante, no es necesario leerlo en una novela para darse cuenta, si analizamos y miramos a nuestro alrededor cada persona, cada ser, ha sufrido en algún momento de su existencia, quizás esté sufriendo ahora y simplemente nos mantenga en la ignorancia. Pero podríamos incluso ahondar más en el tema, observemos nuestro propio reflejo en el espejo. ¿Cuántos palos nos ha dado la vida? ¿Cuántas personas nos han abandonado por voluntad propia o ajena? ¿Cuánto dolor y sufrimiento hay en cada uno de nuestros corazones? Y aún así seguro que siempre habrá alguien que lo esté pasando o lo haya pasado infinitamente peor, que nuestro dolor sea incomparable al suyo, insignificante. Entonces, ¿qué hacer con nuestro sufrimiento? Porque que el de al lado sufra más que nosotros la verdad es que no soluciona nada. Desde mi punto de vista, a veces, cuando el dolor es irremediable e inevitable, sólo nos queda aceptarlo. Aceptarlo, porque al fin y al cabo gran parte de lo que somos es fruto de todo aquello por lo que hemos sufrido. ¿Habéis pensado alguna vez quiénes seríais si no hubierais tenido que enfrentaros a todas aquellas piedras que os habéis encontrado por el camino? Yo te lo diré querido lector, hoy no serías tú.





No hay comentarios:

Publicar un comentario